jueves, 30 de agosto de 2007

Semana primera


Leo a Borges en el metro; finjo conocer a ambos. Cuenta la leyenda (y alguien más) que éste entendió mejor El Quijote en inglés; esperemos, pues, que no le moleste que no le lea en español. Aunque tal vez sea peor traición querer reemplazar su libro por cualquier diario por ahorrar peso en el bulto.
Prometí contar más de la ciudad... Pues bien, es grande, y sí, Honduras, se anda como en colonia de bacterias. El mercado marea. Venden adornos para el árbol de navidad con el emblema de I love NY (?!), imanes, llaveros, tazas, alcancías, llaveros con nombres, letreros de calles con nombres comunes, bolas de cristal, trapos por ropa... todo a precios absurdos, claro. Comic relief: Ayer pasaba por un puesto y el dependiente le pregunta al cliente si era francés. El cliente responde que no, que hablaba "Turkish and English", a lo cual el vendedor responde "Turkish? Boulough, boulough, boulough! Ah? Turkish?" El cliente enojado le dice "I don't like that", pero ya no pude escuchar el resto. Fue de lo mejor del día.
Downtown: Basta con usar ropa dos tallas más grandes y descombinada. A gusto, añada un café frío, un bulto cruzado, cualquier lectura para el metro, el cambio de luz y su parada en el parque y, no ha de olvidar, su Ipod.
Sorpresa: la población asiática y judía.
Agradable: la variedad de restaurantes, gente e idiomas, el clima, los parques, los mercados de frutas y vegetales, las librerías, los cines...
Noticia: No sé leer mapas.
Visitas: Parque Central, 5ta avenida, Union Square-Farmer's Marquet, ONU, Jardín botánico de Brooklyn, Biblioteca pública de NY, Empire State Building, Times Square y Coney Island. Casi todas logran ser tan grandiosas como nauseabundas.
Ayer decidía ignorar que no valían la pena los $18 de entrada al Empire State cuando vi a una chica rubia de tamaño mediano, tal vez de mi edad esperando en fila. Llevaba puesta un camisa sin mangas que decía National Guard. Pensé que era una ridícula de algún estado del "midwest", que para colmo recibiría un descuento en la entrada (porque no se lo dan a estudiantes, pero sí a militares). Una hora más tarde la persona con quien hablaba la chica le grita a otro: "Honey look! She's from Belarus!" ... Me falta acostumbrarme a la ciudad.

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