domingo, 26 de septiembre de 2010

Denise Rodríguez Maldonado is

El cuestionamiento del ser, el pensamiento filosófico, es también un acto estético. Pensarse es abstracción. La abstracción entretiene. En cuanto uno se piensa se reinventa, crea. 
Pensar, en tanto se piensa siempre el ser, es un acto de lirismo. Se repiten algunos conceptos como anáforas; los puntos de partida o llegada son casi siempre el ser o el no ser, el individuo o el colectivo. 
Pero la estructura no es lo único que agrada. En cuanto es abstracción, pensar es siempre agradable. Muerto Descartes, no hay nada real envuelto en el pensamiento; el ser no pesa tanto estos días. Por el contrario, pensar en el mundo sobremoderno es una distracción de la pesadumbre de la primacía del hacer. Si me pienso, no tengo que escribir en Facebook o en Twitter todo cuanto hago; si me pienso, me relajo porque no necesito hacer más. No es más que un ejercicio mental de entradas y salidas conceptuales, lo cual es un movimiento del cual no puedo escribir en mi estatus.